Hace un tiempo ya que vengo olvidando los pequeños detalles, que llego a pasar días enteros sin mirar el cielo, sin verlo... que no camino descalza en el pasto, ni hago equilibrio en los cordones. Hace tiempo que no me cruzo con ninguna mariposa, y lo más triste es que de seguro me han pasado varias por a lado y no las he visto.
Hoy me desperté quejándome, lágrima esperando escapar, de que la magia se había ido, de que la magia dónde está? me encontré casi reprochándole a los demás lo que yo no soy capaz de ver...
Nadie se roba esas cosas, y aunque miles regalen vendas (a veces muy coloridas) para taparse los ojos, es uno, y solo uno mismo, el que decide atarlas al rededor de su cabeza e ir por la vida muy así, y encima dándose el gusto de reclamarle a los demás quién sabe qué.
Durante la tarde tomé conciencia de mi estado, de mi ceguera, creo que al menos ya es parte del acto de querer volver a ver. es bosquejar una sonrisa. y sentí casi como si hasta hubiera llegado a sacar la venda que cubría mi mirar, pero aún, aún no veo... confío en que como cuando uno sale de un cuarto muy muy oscuro, son sólo las primeras luces que me están encandilando y que, pronto, volveré a ver.
confío.
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