el desorden era general, ¿y por qué había juguetes viejos de mi hermano sobre el escritorio?, el televisor era más una especie de compañía, un parlante en realidad inaudible, emitiendo mensajes, o no, quién sabe, si es que las cosas no son hasta que alguien les da sentido entonces había mil cosas sin ser, millones flotando en la habitación. Dudando, yo, histeria desatada contra la tapa de una birome que ya no era más que algo azul, amorfo. Mamá se acababa de ir después de decir "no lo amás", después de decir "ese chico es tan. tan." "bueno" fue como una frase aparte, "tan" tanto mucho quiso decir, tanto más, demasiado, no te merezco... es que es tan, tan... y yo tan. nono, yo no. yo soy mala, y ni siquiera lo conoce, pero él, él es tan, y se le nota. a mi debe notárseme que no.claro que te amo, pero a lo mejor... es que no soy tan. no sé, quizás.
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[estoy leyendo mucho a cortázar]
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